La pasada primavera, la lluvia y la nieve no nos dejaron realizar los trabajos típicos de primavera. Este año, con este tiempo estamos disfrutando el doble de la estación y sus trabajos y costumbres. Una suerte y un placer trabajar en estos parajes con el sonido de los pajaros y los gritos y las risas de los niños jugando a lo lejos, en la plaza del pueblo.
Queda mucho trabajo por hacer y muchos juegos por probar.