Ayer arreglamos uno de los muros caídos al lado de la cabaña del árbol. Una de esas cosas que quedan pendientes , parece, que en el infinito, y sin embargo, todo llega.
Uno de esos trabajos ancestrales, olvidados por el uso del alambre de espino , una joya de nuestros antepasados.
Teníamos muchas ganas de hacerlo, pero, no teníamos ni idea de como se hacía, así que … solo no puedes , con amigos sí.
Hace dos años, realizamos un curso con ceres ecotur en nuestra casa rural sobre Bosques comestibles y de la práctica salió un diseño de nuestra finca y parte importante era levantar los muros antiguos , así que dos amigos que hicieron el curso se animaron a truequear con el muro y ayer fue el día de rehacerlo.
Otro compi y amigo se entero y no dudó en apuntarse.
Una suerte y gusto contar con Albert de la ecoaldea de Lakabe , Koldo de Itarinatura y Mikel de casa rural Enekoizar .
Esperamos que el siguiente muro que haga , con lo que me han enseñado, no se caiga, jejeje.