Casas rurales ecológicas en Navarra
Desde que llegamos a Villanueva de Arce , hace 12 años, venimos dando cenas en nuestro comedor. Al principio incluso dábamos también comidas. Cogimos el relevo de María, la anterior anfitriona, que con su cariño y buen hacer, ofrecía comidas caseras,de las puchero, y platos con huevos como los que ya no se ven. Y no tuvimos mucha elección. » Tendremos que seguir nosotros dando también comidas » nos dijimos, ya que era tradición de la casa, y así se anunciaba en las guías que entonces eran las encargadas de la publicidad de las casas rurales. Y sin quererlo nos liamos, nosotros que no habíamos hecho de cocineros más que para la familia y amistades.Y poco a poco, nos atrevimos y fuimos aprendiendo. Al principio las comidas eran de las que sales redondo, nos preocupaba que la gente tuviera abundante comida, aunque fuera una exageración. Hacíamos nuestras compras en Pamplona, en hipermercados, y no mirábamos procedencias ni más detalles. Fuimos aprendiendo a hacer algunos postres, y para los desayunos, los bizcochos, que no habíamos hecho nunca.
Las preparábamos, eso sí, con mucho cariño, y cada mañana anunciábamos en una tarjetita, escrita con tinta y pincel, el menu de la noche.
Nadie tenía dudas, casi el 100% que venía a nuestra casa se quedaba a cenar. Además de comer bien, era barato, y se creaba muy buen ambiente entre la gente que había en la casa. Entonces teníamos solo la casa rural Mari Cruz, con 3 habitaciones. Nosotros hacíamos largas veladas, ya que estábamos a gusto, compartiendo conversación, no teníamos hijos y aguntábamos mejor luego el madrugón, con pocas horas de sueño….
Al poco tiempo de llegar empezamos a trabajar con internet, anunciando nuestra casa en algunos portales, sobre todo uno, donde la gente dejaba comentarios empezó a funcionar con nosotros de manera espectacular, ya que se fue «corriendo la voz» de que en nuestra casa rural se comía muy bien, y alabando algunos platos y postres, sobre todo el flan de cuajada, que igual alguno recordaréis.
Todos los menús eran de algo para picar, un primero, un segundo, un postre, el café o el té y la botella de licor casero: Relleno con pimientos, trucha a la navarra, guisados, pechugas en salsa, ajoarriero, menestra de verduras, alubias rojas, sopa de ajo, ensaladas multicolores…platos tradicionales y otros inventados, preparados en una cocina «mini», y con unas pilas para fregar impresionantes. A veces se creaban momentos especiales, cuando alguno se metía en la cocina a preparar el plato típico de su tierra o se liaba con la paella al fuego.
Así estuvimos 4 años, hasta que nació Ada.Y luego Noé. Y en medio las compras, las preocupaciones, el descansar poco…Y las cenas iban siendo ya un lastre, y no sacábamos mucho dinero de ellas, y cada vez nos preocupaba más los productos (su origen, su composición…), y la combinación de las comidas, y cocinar cada vez más sano…Y necesitábamos más espacio, era claro, y necesitábamos también que las comidas no nos absorvieran todo el día.
Al hacer la nueva casa, pensamos en que la cocina fuera amplia, cómoda, que propiciara el estar más, también que la gente se pudiera preparar su comida. Que la huerta sirviera para abastecer a nuestros clientes, y que también pudiéramos disfrutar más de todo, no estar esclavos de la comida. Empezamos a comprar de otra manera, directamente a los proveedores, en distribuidores, (ahora somo socios de una cocoperativa de consumo ecológico de Pamplona) y también a preparar los platos más saludables.
Así que hemos ido adaptando, haciendo pequeños cambios para seguir disfrutando de este servicio que ya ofrecemos en muy poquitas casas rurales de navarra.
Y en estos momentos nuestra cocina se basa en que los productos que ofrecemos y con los que elaboramos nuestros platos, son en su mayoría de origen ecológico, muchos son locales, también tenemos muchos de nuestra finca (granja y huerta). Procuramos un mayor equilibrio en los menús, además de una mayor consciencia de lo que supone la comida (creemos que esta crisis nos ha moderado a todos un poco) y hacemos las cosas con cariño, ese siempre ha sido nuestro ingrediente fundamental.
Proponemos dos tipos de menus (los precios también los hemos adecuado a su nivel de eleboración)., según épocas y días, que vamos anticipando: uno de bienvenida, más sencillo de elaborar y de recoger. Hay varios tipos: ensalada, plato combinado rico con combinación de verduras, cereales y proteínas (huevos, carne, embutido…) fruta y/o yogurt e infusión de casa. Ensalada, pizza hecha con la gente, natillas e infusión. Ensalada y carne de barbacoa (en verano) con yogures y fruta… Y luego está el menu de celebración en la granja, con sus suculencias picoteo, primero a base de verduras, o caldos, o pasta…. un segundo de asado de casa, o guisado especial con carne ecológica, un postre elaborado y los cafés-infusiones, y copas. No son comidas de revista, pero si nutritivas y sanas. No somos un restaurante, ni nosotros somos cocineros, sólo somos los anfitriones que preparamos comida para una familia grande.A veces, si la comida ha sido hecha en común, nos sentamos a comer con todos, sino, salimos a la tertulia ya con la infusión o la copa.
Embutido de nuestro matatxerri |
Cena comunitaria elaborada por los clientes de las casas rurales |
En la cocina de la granja con los clientes de las casas rurales |
magdalenas al estilo Tía Tere |
A veces, resulta más cómodo preparar la comida y subirla a los apartamentos, para que la gente coma a su aire. También lo hemos hecho en ocasiones, con parejas que querían estar en plan romántico, con la chimenea y las velas encendidas….
Remolacha de la huerta ecológica en nuestras casas rurales |
Además, nos gusta que la gente participe en la elaboración de nuestras conservas, mermeladas, recolección de plantas, pomadas…y proponemos talleres. Con los peques son muchas tardes las que hemos preparado pan, pizzas, repostería…
Así es nuestra cocina: abierta, participativa, sana, y procuramos que también rentable, por lo menos que nos deje la satisfacción de disfrutar de ella con todos los que se acerquen a nuestra casa.
Cena romántica ecológica en Agroturismo Mari Cruz |