Ahora que se acerca el invierno y ya tenemos calefacción dentro de la cabaña del roble, toca el siguiente paso, crear unos accesos fáciles a la cabaña cara a las lluvias y nieve.
En verano cualquier cosa vale, pero a partir de ahora tenemos que conseguir llegar a la cabaña sin cruzar zonas de tierra.
Además, esta semana nos visitó el arborista Gabriel Iguiñiz y nos recomendó no tocar el suelo de alrededor del árbol , crear un santuario alrededor de él, para que las raíces crezcan fuertes, pero ese es otro libro que hoy no vamos a contar.