La familia Palavecino Climent se lo ha pasado de fábula en esta magnífica casa rural. Lo mejor dar de desayunar a los animales por las mañanas; las gallinas, los conejitos, las cabras y sobre todo las burras, nuestras hijas Andrea y Judith alucinaban con ello. Lo que nos ha encantado también es lo bien que nos recomendaba el buen anfitrión Luismi las rutas para hacer, unas rutas especiales, chulísimas y muy bien explicadas, la verdad una atención muy personalizada que sin duda le ha dado un valor añadido a la estancia.
Además hemos estado en muy buena compañía y hemos conocido a una familia muy maja de Cerdanyola Marta, David, Guille y Edu, con los que nos lo hemos pasado pipa.
Muchas gracias por todo, un abrazo muy fuerte. Carlos y Lydia.