Tocaba terminar la unión de la pared con el techo y la hemos resuelto por medio de pequeñas estanterías que se encajan como un tetris, eh Alberto?
Un trabajo divertido y realizado con mucha paciencia. Ada ha estado una hora y con una mirada lo ha dicho todo , para después preguntarme: ¿ Así te pasas todo el día? Ufffff y abrazo.
Pero vamos avanzando y ya pensando en pinturas y barnices. Mola.
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Y que lo digas… Donde esté el pladur… jajaja!